Santa Fe, Sábado 21 de diciembre de 2024
11-09-2009
Así lo señaló el Diputado Marcelo Brignoni, luego de participar durante todo el día de hoy, de la Jornada USO DE AGROQUIMICOS, MODELO PRODUCTIVO Y SALUD HUMANA, organizada por la Cámara de Diputados de esa provincia. Desde la mañana, funcionarios estatales, dirigentes agropecuarios, científicos, representantes de Organizaciones de la Sociedad Civil, y Ciudadanos de toda la provincia, debatieron sobre los límites productivos sociales y ecológicos del modelo del monocultivo sojero y discutieron alternativas para su paulatino reemplazo, por formas de producción agropecuaria mucho más sustentables, en términos medioambientales y sociales
Los diputados Eduardo Di Pollina, Presidente de la Cámara de Diputados de Santa Fe, Marcelo Brignoni, Claudia Saldaña, Antonio Riestra, Pablo Javkin, Enrique Marín y Santiago Mascheroni intercambiaron enfoques y propuestas con científicos como Rodolfo Paramo, Médico Pediatra de Malabrigo, Santa Fe, Argelia Lenardon, Doctora Quimica e Investigadora del Laboratorio de Medio Ambiente del Instituto de Desarrollo Tecnológico de la Universidad Nacional del Litoral, con sede en la ciudad de Santa Fe, Raúl Horacio Lucero, Bioquímico Jefe del Laboratorio de Biología Molecular del Instituto de Medicina Regional de la Universidad Nacional del Nordeste, con sede en Resistencia, Chaco, y Andrés Carrasco, Jefe del Laboratorio de Embriología de la Facultad de Medicina de Buenos Aires.
También participaron expertos en Derecho Ambiental como la Doctora Graciela Gomez, y representantes de Organizaciones de la Sociedad Civil como Juan Carlos Bettanín, de la Fundación Ciudadanía Social, y Carlos Manessi, del Centro de Protección de la Naturaleza, de la Ciudad de Santa Fe. Asimismo se escucharon las voces de José Livolti, afiliado de Federación Agraria Argentina, y representante del Foro Federal de Agricultura Familiar, y vecinos afectados por el uso indiscriminado de agrotóxicos como Viviana Peralta, en representación de los Vecinos Autoconvocados de San Jorge, en Santa Fe, donde se debate en Sede Judicial la continuidad de la aplicación aérea de agrotóxicos, y Liana Alonso, de la localidad de Desvío Arijón, veinte kilómetros al sur de Santa Fe
Marcelo Brignoni, impulsor de la iniciativa que dio origen a la Jornada señaló “…todos quienes están hoy aquí, para debatir, para informarse y para pedirnos opinión y también cuenta de nuestro accionar como funcionarios estatales, tienen derecho a pedirle al Estado una explicación, un por qué, de lo que se hace y de lo que no se hace. El cuestionamiento insolente de la sociedad civil, es a su vez aunque incomode, una luz de esperanza que cuestiona el peligroso ámbito del hoy, es una prueba de que el mundo que hemos hecho hasta ahora, en base a la técnica y al capital, cada vez mas agresivo con nuestro hábitat, cada vez mas inhabitado, guarde en lo profundo una esperanza de renacimiento. La campaña a favor de la soja ha sido implacable y mundial en su alcance, y sus efectos no deseados después de talar bosques, rodear pueblos y derramar más de mil millones de litros de agrotóxicos en estos últimos diez años, distan de ser un modelo productivo que merezca seguir extendiéndose. Las últimas cifras del INDEC indican claramente que también el perfil que va adquiriendo como país forrajero la Argentina, con un 25 % menos de unidades productivas, es una clara demostración de un modelo de producción de dudoso equilibrio ecológico y de clara tendencia a la concentración en pocas manos del negocio. En los últimos años hemos perdido un 30% de unidades de producción, pero además hay mucha gente que todavía tiene algunas hectáreas de tierra, pero ya no las trabaja más. Da lo mismo de quien es, hay gente que aun con traducciones familiares centenarias de producciones agropecuarias alternativas, y con campos muy pequeños de diez o veinte hectaras se han pasado a la soja. O sea, viven en el pueblo, y esas hectáreas las integra a un pool de siembra, no importa de quien es la tierra, el territorio santafesino está en manos de la soja…”
"...no es deseable demonizar la soja, pero si saber que como decía Heidegger allá por 1933, “lo peligroso no es la técnica, ni la tecnología. No hay ningún demonio de la técnica; más bien, el misterio ético de la utilización de la técnica, es la esencia de su peligro”. Sobre la brillante novela del inmenso Philip K Dick, Ridley Scott, penso la película Blade Runner, en 1982. En un mundo devastado, en la ciudad de Los Angeles del año 2019, lo artificial ha colmado cada centímetro de la realidad de los hombres, y el viejo hábitat natural verde, húmedo, y lleno de sol, ha desaparecido para dar paso a un mundo con escasos seres vivos y riquezas que se utilizan para crear seres artificiales robotizados, plagados de engranajes y transistores, que replican animales domésticos ya extinguidos. Allí Rick Deckard, el Blade Runner, luchara por evitar la vuelta de lo humano a las relaciones sociales. Esta riqueza inservible como antitesis de la vida es la que cuestiona la pelicula, y es la metáfora que en buena medida puede aplicarse a un hipótesis pesimista de nuestro futuro, si no reflexionamos sobre la necesidad de cambiar, en el marco de consensos provinciales plurales, que se basen en el cuidado de la salud publica, el equilibrio del hábitat natural provincial, y la rentabilidad de los productores agropecuarios. Santa Fe nos esta demandando coraje y vocación de cambio, para volver al campo que conocimos. Todos la estamos necesitando…”