29-04-2016
Las 5 Centrales Sindicales Argentinas, de manera unificada y ante más de 300 mil personas, reclamaron contra los masivos despidos laborales y el alza descontrolada de la inflación. Los dirigentes presentes, alertaron sobre la posibilidad cierta de profundizar las protestas y convocar a una Huelga General si el Gobierno Nacional de Mauricio Macri, no modifica su política económica, principal responsable de la incipiente crisis económica y social
El movimiento sindical organizado, confluyó hoy 29 de abril, y por primera vez en años, en una misma movilización que resultó multitudinaria y se desarrolló en el centro de la ciudad de Buenos Aires. El secretario general de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, fue el encargado de cerrar el acto sobre el escenario montado en plena Avenida Paseo Colón e Independencia, a metros del Monumento al Trabajador, acompañado por sus pares de la CGT kirchnerista, Antonio Caló; de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, y de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, que lo precedieron en el uso de la palabra.
Procurando no romper todos los puentes con el Gobierno Nacional, tanto Moyano como Caló coincidieron en que la movilización no fue “en contra de nadie” sino “a favor de los trabajadores”, mientras que el dirigente del sindicato de camioneros, a la vez, dijo que las centrales no son “enemigas del Gobierno”, pero sí de “las políticas que se implementen en contra de los trabajadores”.
Micheli, el más enérgico de los cuatro, le habló directamente a Macri. “Si veta la ley, si no nos escucha, va a haber paro nacional. Vamos a seguir luchando”, bramó en el cierre de su discurso. Desde la mesa ubicada detrás del palco, reservada sólo para gremialistas y sin una sola silla para dirigentes políticos, Moyano, Caló y Yasky lo aplaudieron con ganas.
Más gráfico fue Yasky, el dirigente del gremio de los docentes y maestros dijo “si pretende vetar la ley, que el Presidente sepa que este acto va a ser una miniatura al lado del que vamos a organizar. Que sepa que vamos a salir a las calles a luchar por nuestros derechos”, alertó.
Aunque se tomó más tiempo que sus pares de las CTA, Caló dijo “no somos enemigos del Gobierno. Somos enemigos de las políticas del Gobierno contra los trabajadores”, matizó. Sin embargo, el jefe de la Unión Obrera Metalúrgica también avisó que si Macri decide dejar sin efecto la ley antidespidos “el movimiento obrero va a seguir luchando por los puestos de trabajo en la calle”. Caló hizo hincapié en muy próxima unificación de la Central General de Trabajadores de la República Argentina y ratificó que ese proceso se cristalizará el próximo 22 de agosto.
En vísperas del Día del Trabajo, Moyano le pidió al Presidente que “se asesore” y “no se deje llevar por los técnicos” y concluyó su discurso con un mensaje directo al mandatario: “estamos preparados para luchar hasta las últimas consecuencias”. Moyano se quejó de la “inflación desbordante” y de que el Gobierno “se empecina en rechazar la ley antidespidos, en querernos hacernos creer que la ley es perjudicial para la economía, pero en realidad es perjudicial para los sectores que representan al poder económico especulativo. El Presidente debería asesorarse con aquellos que saben”.
A su vez, varias veces recalcó las respuestas que el gobierno tuvo para sectores empresarios, como el agropecuario, con bajas de retenciones y giros de fondos, el minero y el petrolero y pidió al Gobierno que haga lo mismo con “los trabajadores, los jubilados y los sectores más débiles de la sociedad. El Gobierno toma medidas para proteger a un sector en forma inmediata y tarda demasiado para proteger a los sectores laborales y de menores recursos. No tardan nada en determinar cómo se producen los aumentos, cómo le dan a otros sectores de la sociedad ventajas, pero para dar una respuesta a los trabajadores nunca tienen tiempo”, lamentó el jefe sindical.
A la vez, el dirigente camionero criticó que "los funcionarios de turno toman decisiones como si fueran los salvadores de la Patria", cuando "los únicos que pueden salvarla son los trabajadores".