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15-04-2010

Un fallo que ilusiona

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El ex teniente coronel Pascual Guerrieri, el ex mayor Jorge Fariña, el ex teniente Daniel Amelong y los ex agentes civiles Walter Pagano y Eduardo Costanzo, fueron condenados este mediodía en Rosario, provincia de Santa Fé, a prisión perpetua con reclusión común, por crímenes de lesa humanidad. Así lo indicó un fallo que muchos tildaron de ejemplar, del Tribunal Oral Federal Nº 1. Esta es la primera causa que se juzga y se condena en esa ciudad, por crímenes contra los Derechos Humanos. Fuera del tribunal un importante número de personas festejaron las condenas

En la "causa Guerrieri", también conocida como "Quinta de Funes", y su acumulada "Jordana Testoni", se investigaron delitos cometidos en perjuicio de 28 víctimas, acaecidos entre 1977 y 1978. Las audiencias se iniciaron el 31 de agosto de 2009, se suspendieron a fines de diciembre y continuaron a partir del martes 2 de febrero.

En el proceso se juzgaron los crímenes cometidos en los centros clandestinos de detención conocidos como "Quinta de Funes", "Escuela Magnasco", "La Intermedia" y "La Calamita" y en el que funcionó en la ex Fábrica Militar de Armas "Domingo Matheu".

Además de esta causa, a Guerrieri también se lo acusa de haber intervenido a mediados de 1983 en el secuestro de Osvaldo Cambiasso y Eduardo Pereyra Rossi, que un día después aparecieron muertos en un supuesto enfrentamiento en Lima, Provincia de Buenos Aires, del que está acusado de asesinato el ex subcomisario policial Luis Patti.

En las actuaciones de la causa "Amelong" -unificada con la "Guerrieri"- los imputados fueron condenados por los homicidios de Ariel Morandi y Susana Miranda y por la privación ilegal de la libertad agravada por torturas de la que fueron victimas Adriana Arce, Ramón Verón, Juan Antonio Rivero, Olga Regina Moyano y Hilda Cardozo.

Juan Antonio Rivero, sobreviviente del Centro Clandestino de Detención Fábrica Militar de Armas "Domingo Matheu", presente hoy, conmovido por la sentencia y el recuerdo de sus compañeros ausentes, señaló “…este es un triunfo de la memoria, de la lucha y de todos los que nunca creímos en la teoría de los demonios, ni en el nefasto algo habrán hecho, que tanto calo en algún sector de la dirigencia política, cómplice de la obediencia debida, el punto final y los indultos. Este fallo es histórico y ejemplar para el país, y nos muestra claramente que los asesinos, hoy ancianos en muchos casos son solo eso, asesinos ancianos, y deben ser juzgados por asesinos, y no perdonados por ancianos. Que las condenas lleguen hoy y no antes es producto de la impunidad de que han gozado en estos años, y no de su inocencia, por lo que es imprescindible que no se les permita que aparezcan como victimas, a quienes han sido asesinos y torturadores de miles de argentinos. Esta condena contribuye en esa imprescindible valoración histórica de lo sucedido..."