Santa Fe, Miércoles 9 de octubre de 2024
22-11-2010
Convenio que designa sede del V Congreso Mundial a la República Argentina
La iniciativa para que nuestro país organice el mismo, fue presentada por la delegación argentina que asistió a San Juan de Puerto Rico, donde se desarrolló entre el 15 y el 18 de noviembre pasados, el IV Congreso Mundial sobre Derechos de la Niñez y la Adolescencia. El FORO PARLAMENTARIO por la INFANCIA de la REPUBLICA ARGENTINA, junto a la FUNDACIÓN ENCUENTRO por la CIUDADANÍA SOCIAL encabezaron la delegación de nuestro país, y lograron la designación de Argentina como sede para el año 2012, con el consenso general de los representantes de 37 países participantes. El Comité Asesor Internacional de los Congresos Mundiales, vital apoyo para la elección de Argentina como sede, tuvo en consideración los logros de nuestro país en materia de políticas públicas de infancia y adolescencia en los últimos cinco años, y el éxito del Congreso Sudamericano sobre Derechos de la Niñez y la Adolescencia, desarrollado en el mes de Agosto de 2010 en Morón, situaciones que empujaron la balanza a favor de la designación de Argentina, por sobre los otros candidatos postulados. Los Diputados Eduardo Bustelo y Marcelo Brignoni, fueron designados para presidir el Comité Científico y el Comité Organizador, respectivamente
El Diputado Santafesino Marcelo Gastaldi y José Machain, Consejero de Infancia y Adolescencia de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, ambos representando al FORO PARLAMENTARIO por la INFANCIA de la REPUBLICA ARGENTINA, junto a Claudio Costabel, de la FUNDACIÓN ENCUENTRO por la CIUDADANÍA SOCIAL, coordinadora de la Coalición Argentina de Organizaciones por la Ciudadanía Social, firmaron con Carlos Villagrasa Alcaide, presidente del Comité Internacional Asesor de los Congresos Mundiales, el Convenio Marco que designa a nuestro país como organizador del V Congreso Mundial sobre Derechos de la Niñez y la Adolescencia, que se llevará a cabo en el mes de Octubre de 2012.
De esta manera Argentina continuará el esfuerzo que realizaron en su oportunidad los países antecesores en la organización de los cuatro Congresos Mundiales, llevados adelante a partir del contenido de “Un mundo apropiado para los niños”, la declaración aprobada unánimemente por la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Sesión Especial a favor de la Niñez celebrada del 8 al 10 de Mayo de 2002 en Nueva York, que ha servido de puntapié a los encuentros desarrollados hasta el momento:
Venezuela realizó el I Congreso Mundial sobre Derechos de la Niñez y la Adolescencia desde el 23 al 28 de noviembre de 2003 en Isla Margarita. Bajo el lema “El Derecho de la Niñez y la Adolescencia: Una Necesidad Autónoma”, el Primer Congreso Mundial contó con más de 1,000 participantes provenientes de 23 países y concluyó con dos documentos: La Declaración de Porlamar y el Gran Documento. Este último promulgado por los niños, niñas y adolescentes participantes del evento.
Perú llevó adelante el II Congreso Mundial sobre Derechos de la Niñez y la Adolescencia desde el 21 al 25 de noviembre de 2005 en Lima, donde confluyeron alrededor de 600 niños, niñas y adolescentes y 500 adultos provenientes de 26 países. La temática se centró en “La Ciudadanía desde la Niñez y Adolescencia: La exigibilidad de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, desde un enfoque de derechos y desarrollo humano”. El Congreso promulgó la Declaración de Lima.
España, impulsó el III Congreso Mundial sobre Derechos de la Niñez y Adolescencia, realizado entre el 14 y el 19 de noviembre de 2007 en Barcelona, con la participación de más de 800 adultos y 200 niños, niñas y adolescentes provenientes de 32 países, y cuyo tema central fue “La participación social de la Niñez y la Adolescencia: Por su incorporación a la ciudadanía activa”. Un comité redactor de adultos y adolescentes impulsó la Declaración de Barcelona, aprobada por el Congreso, y que diera origen a los ejes temáticos del Cuarto Congreso Mundial.
Puerto Rico fue el reciente organizador del IV Congreso Mundial sobre Derechos de la Niñez y Adolescencia, realizado entre el 15 y el 18 de noviembre de 2010 bajo el lema “El interés superior de los niños, niñas y adolescentes: Bienestar y desarrollo en el nuevo orden económico mundial”.
Machain, y Costabel señalaron “… es un importante compromiso y un gran desafío para seguir trabajando por los derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, y por la reafirmación global de la Convención por los Derechos del Niño, la designación de nuestro país, como sede del V Congreso Mundial sobre Derechos de la Niñez y la Adolescencia. A 21 años de la aprobación de la Convención, que solo Estados Unidos y Somalia aún no han ratificado, todavía el orden económico mundial, lejos esta de respetar el interés superior de Niños, Niñas y Adolescentes, sobre todo en los países sometidos a un rol secundario en el “orden internacional”. Felizmente en nuestra región sudamericana, en el inicio del Siglo XXI, la Niñez retoma la centralidad en las Políticas Públicas, desde la enriquecedora mirada que aportan los procesos políticos alumbrados en los últimos años. La Infancia es el resultado de las oportunidades, los estímulos y las experiencias que el mundo adulto que la rodea, es capaz de generar como condiciones de posibilidad. Es por tanto, que debiera considerarse a la Infancia como construcción social, de responsabilidad colectiva del mundo adulto. Los procesos sociales contemporáneos, con sus variadas complejidades, imponen a esta altura la necesidad de reconocer que lo que más radicalmente cambia son las concepciones adultas de la Infancia. Nuevamente, es la mirada de carácter político, la que pone de manifiesto, devela, la forma de cómo nos ocupamos de ellos y de ellas, cómo impactan determinadas condiciones de vida, cómo moldean sus subjetividades el acceso o no a la igualdad de oportunidades, en qué consiste la educación, para qué sirve la escuela, o qué debieran ofrecer y garantizar las administraciones de gobierno, y cuál es el compromiso real del sector privado. En tanto la Infancia pensada como construcción social, su prioridad, a la hora del diseño de Políticas Públicas, deviene en un compromiso colectivo, en una suerte de pacto social por la Infancia. Reconocida esta instancia, este acuerdo colectivo, significa en definitiva identificar las necesidades, prestar atención a las dificultades y proponer respuestas concretas a los requerimientos de las Infancias de forma específica, y en las que se prioricen sus intereses y demandas, y no las “interpretaciones” sobre los mismos. El marco internacional es importante para lograr compromisos reales más allá de lo declamativo, y del discurso piadoso hacia la Infancia. De cara al V Congreso Mundial sobre Derechos de la Niñez y la Adolescencia, su realización en nuestro país nos obliga a pensar a la Infancia como un compromiso del mundo adulto para estar dispuestos a poner al servicio de estas Infancias, en tanto ciudadanos y ciudadanas, un cúmulo de atenciones, estímulos particularizados y específicos, que redunden en que esas condiciones de posibilidades logren reivindicarse como Derechos. Este proceso, debe encontrar en el V Congreso Mundial sobre Derechos de la Niñez y la Adolescencia un ámbito de acuerdos interinstitucionales, comunitarios e internacionales, en una etapa como la actual donde el alcance específico del enfoque de Derechos como exigibilidad, no solo debe ser planteado por ante el Estado sino también hacia una Sociedad Civil, ajena muchas a la denuncia de la violación de derechos de la Infancia y la Adolescencia que cometen a diario los sectores privados y las corporaciones. Es necesario incorporar derechos humanos que incluyan derechos sociales, imprescindibles para una estrategia de desarrollo de la Infancia y Adolescencia. El camino hacia el V Congreso debe ser consecuente con estos compromiso, y ya empezamos a trabajar para ello…”.