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05-06-2008

Carta Abierta al pueblo de Santa Fe, sobre el Conflicto Rural

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El presente texto expresa la posicion formal del Encuentro por la Democracia y la Equidad de la Provincia de Santa Fe, integrante del Frente Progresista, en relacion a los ultimos acontecimientos vinculados al Lock Out empresario agropecuario

Carta Abierta al pueblo de Santa Fe, sobre el Conflicto Rural Es necesario, ante la virulencia que viene adoptando la protesta empresaria agropecuaria, hacer algunas reflexiones. El tema de fondo en este debate, no pareciera pasar por la defensa de los pequeños productores, y mucho menos se vincula al interés empresarial por llevar adelante una política de inclusión social, sobre los beneficios de los Agronegocios. Lo que realmente esta en discusión, son los alcances  del PODER DEMOCRATICO CONSTITUCIONAL. Tanto el tipo de democracia que tendremos en el futuro, como la legitimidad del ejercicio del poder político surgido de elecciones libres, y llevado adelante de conformidad al mandato que la Constitución Nacional ordena. La democracia es la saludable sustitución de la confrontación de hecho por el debate de argumentos y la competencia electoral. En la guerra se luchan batallas, las que gana el poseedor de la fuerza, aunque carezca de razón y consenso. En la democracia se cuentan votos, y gana el que representa a la mayoría del pueblo, nunca quien no puede interpelar el acompañamiento ciudadano. El que gana conduce, y el que pierde debe acompañar, según dijera un argentino famoso, y ordena la conviccion democratica. En el caso actual, se cuestiona el poder que fue mayoritariamente concedido por el pueblo argentino a Cristina Fernández de Kirchner y a su Plan de Gobierno. Si bien no esperamos de quienes relatan un discurso de republica perdida, que añora aquel lejano civilización o barbarie, que asuman su rol de minoria otorgado por el pueblo,no deja de sorprendernos que hoy como ayer, los civilizadores hagan de bárbaros, y los supuestos bárbaros tengan que ser las victimas silenciosas de su impunidad. Tampoco se pretende, que acompañen el modo en que un gobierno popular legítimo, ejerce el poder, o que estén de acuerdo con los paradigmas hacia los que orienta sus acciones, mas alla de quienes lo hayan votado o no. Quienes no compartimos este salvaje reclamo patronal actual, aspiramos tan solo, a que se acaten las decisiones que se toman legalmente y que quienes las cuestionan tengan un mínimo espíritu democrático hasta que el nuevo año electoral le pida opinión a la ciudadanía, sobre que piensa de ellos y sus programas. Entre tanto, pueden ocuparse, legítimamente, de denostar toda la agenda del gobierno nacional, o de contribuir al desarrollo del país, desde los lugares en que la decisión soberana del pueblo los deposito, en su carácter de minoría. Las personas reunidas en Rosario, otrora capital de los trabajadores, son una opinión importante y a considerar, pero ello no implica que puedan compararse con los millones de compatriotas que han decidido, en paz y en libertad, que el gobierno nacional, de acuerdo a lo que marcan la Constitución y las leyes, sea presidido hasta el 2011, por Cristina Fernández de Kirchner. Este es el angustiante eje del actual conflicto. El empecinamiento de una parte del empresariado, que pretende imponer sus intereses y reclamos por la vía de los hechos.Esta pretensión que busca ser pedagógica hacia el presente y el futuro de la dirigencia política se desarrolla en estos días. Si accedemos a este reclamo nuestra democracia habrá sido violada una vez mas, por una claudicación indefendible, para quienes abogamos por la legitimidad del mandato popular, y nos produce escozor el recuerdo de aquel “Felices Pascuas, la Casa Esta en Orden.” La convicción inconciente de sentirse minoría, de parte de muchos de los sectores vinculados a la protesta, construye esta falta de respeto por la opinión libre y soberana del pueblo. Este desprecio por la democracia, que excede en planes y pretensiones, a las bravuconadas de algún patrón cortacaminos, pretende equiparar a un sector empresario con el gobierno, que es a quien le compete la representación del conjunto del pueblo argentino, organizado en el Estado Nación. El necesario dialogo no es, ni debe ser, un diálogo entre partes iguales, como pregonan un mosaico de dirigentes de escasa responsabilidad y espiritu democratico, ubicados entre las filas empresarias y políticas. Cuando algún arrepentido del mundo ruralista, habla del desplante gubernamental porque no se les presta la deferencia de la que se consideran acreedores, pone de manifiesto el acostumbramiento histórico, a vincularse con una dirigencia servil, que durante décadas, les pidió permiso, sobre que hacer con el pais. Por eso el embate actual contra la posibilidad de que la política siga tensionando al mercado, que nunca derramo lo que prometió, y por eso la lucha contra la recuperación del estado y de  lo público, asumiendo sus responsabilidades para con los más débiles. Algunos, se pliegan a este embate por intereses propios, otros, por una especulación cerril de cabalgar sobre la opinión circunstancial de alguna encuesta. Los americanos le llaman Majority Rule, a la primera condición que ordena cualquier debate político, el respeto a las mayorías, y a los gobiernos elegidos. Alguna dirigencia  no lo esta respetando, y por eso el conflicto se agrava. Santa Fe, 5 de Junio de 2008