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28-09-2015

Se presenta el libro "Nacionalismo(s), política y guerra(s) en la Argentina plebeya (1945-1989)"

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es de autoría de Edgardo Manero y está editado por la Universidad Nacional de San Martin, UNSAM. La presentación se realizará el jueves 1 de octubre de 2015, a las 18 hs en el CIEP de la UNSAM, ubicado en calle Santa Fe 1385, Piso 6, de la Ciudad de Buenos Aires. El panel de presentación estará conformado por Fernando Devoto, Gabriel Di Meglio, Marcelo Cavarozzi y el autor, moderados por Jorge Taiana

Manero, rosarino en su origen, armó su carrera académica de forma transdisciplinaria. Estudió Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de Rosario, luego hizo un máster en Ciencias Sociales de FLACSO, y después un diplomado primero y un doctorado luego en en Sociología, egresando de la École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS) de Francia.

Residente móvil entre Argentina y Francia, señaló sobre su nuevo libro “…este libro es algo así como una consecuencia lógica de mi formación. Nacionalismo(s), política y guerra(s) en la Argentina plebeya (1945-1989) no es un libro de ciencia política, tampoco de historia o de relaciones internacionales. Es un intento para reflexionar sobre la relación entre nacionalismo, política y guerra; sobre cómo la sociedad y los grupos en general garantizan su supervivencia. Y forma parte de un proyecto más vasto que tiene que ver con las culturas estratégicas, con la relación entre lo político y el poder cuando se vincula con lo colectivo. Una de las particularidades que intento romper es la de nacionalismo reaccionario o progresista. Lo que planteo en este libro es un modelo trinario, en el que aparecen un nacionalismo integrista, uno populista y uno que yo denomino jacobino. La idea es salir del modelo tradicional para explicar a partir de estas tres corrientes, la cuestión del nacionalismo argentino. El surgimiento y la legitimación social de la violencia política en la Argentina, durante la segunda mitad del siglo XX son el eje central de esta obra, que analiza las transformaciones del nacionalismo argentino desde una perspectiva estratégica, sin reducir el enfoque al terrorismo de Estado o a la práctica de la lucha armada. El periodo que se aborda (1945-1989), está marcado por el fenómeno peronista y la vigencia de la Guerra Fría, período que además constituye un campo de estudio apropiado para interpelar la relación entre lo "político" y lo "militar". El libro da cuenta de las diferentes maneras que ha tenido el nacionalismo para afrontar la supervivencia de un colectivo de identificación, un "nosotros" que requiere la existencia de "otros”. "Amigos" y "Enemigos", ambos son elementos esenciales e inseparables de una gramática estratégica común al conjunto del nacionalismo argentino. Con el propósito de comprender y explicar el fenómeno de las violencias, se analizan los procesos de construcción de una alteridad amenazante y su incidencia en el sistema político a nivel nacional e internacional, puesto que  la relación identidad -alteridad es constitutiva de lo estratégico y, por ende, necesariamente e imprescindiblemente política…”

Entrevistado sobre su nuevo libro, se explayó diciendo;
 
¿Por qué ya en el título hablás de nacionalismos?
-Pocas ideologías son tan complejas como el nacionalismo. Es una ideología tan complicada que por sí sola no explica absolutamente nada; es la gran ideología de la modernidad pero ha necesitado constantemente un adjetivo para completarse. Hasta tuvo la necesidad de asociarse y reivindicarse con otras ideologías y corrientes, como el caso del nacionalismo liberal. Es un concepto redefinido constantemente.
 
-¿Son muy diferentes los nacionalismos en los distintos continentes?
-Sí, más que nada las diferencias más grandes están entre Europa y América Latina. La paradoja del nacionalismo argentino con respecto al modelo europeo tradicional es la inversión de las temporalidades: en Europa, el nacionalismo aparece a la izquierda del sistema político, con la revolución francesa, y está aparejado al derecho a la participación política. A partir del siglo XIX, se va corriendo a la derecha. En América Latina, especialmente en la Argentina, el sistema es inverso: el nacionalismo nace con la construcción del Estado nacional, a la derecha, y progresivamente se corre a la izquierda, primero con el populismo peronista y después con este que yo llamo jacobino. Basta pensar la consigna “patria o muerte” de los movimientos insurreccionales.
 
-¿Cuán esperable es el vínculo entre nacionalismo y violencia?
-La relación no es necesariamente mecánica. No es un derivado pero es un tema importante. Es verdad que el nacionalismo al fomentar la cuestión del nosotros como espacio de identidad colectiva a partir de un juego de suma cero o al establecer vínculos entre el servicio militar y la participación a la vida política, con la idea de la ciudadanía ligada a la necesidad de mostrar la voluntad de verter su sangre y la de los otros por defensa del nosotros, otorga un lugar central  a la violencia política. Por eso la cuestión central que atraviesa todo el libro es la problemática de la alteridad. El trabajo también gira un poco en un listado de los diferentes otros, que se alteran y modifican, que construyen identidades nacionalistas muy diferentes  y que -expresando intereses sociales- permiten la disociación entre las tres corrientes de nacionalismo. Esos otros son varios, desde la masonería al sionismo, pasando por los imperialismos y por su puesto Inglaterra, el enemigo fundador. Creo que lo que hace el nacionalismo es construir una alteridad política.
 
-¿Cuánto peso tiene el peronismo dentro de tu línea de investigación?
-El peronismo es central en este libro y eso se debe  a su  posición de actor protagónico en la historia argentina y a su relación con las violencias. En términos estratégicos fue objeto y sujeto. Ha sido víctima permanente, del 55 al 83, de los fenómenos de violencia. El peronismo es la expresión mayor  del fenómeno nacionalista en la Argentina. No se puede hablar de nacionalismo sin hablar de peronismos. Es la manifestación política más importante que reviste el nacionalismo y se encontró atravesado por las diferentes y antagónicas corrientes. Pensar la relación entre política y guerra es pensar a Perón en sus lecturas de “La Nación en armas”, en su trabajo como profesor de historia militar. Pero no se agota ahí. Considerar las relaciones entre política y guerra en torno al peronismo implica tanto las acciones de las diversas organizaciones politico-militares que se reivindican peronistas como las formas de tratamiento de la cuestión peronista por las elites, en general, y por los militares, en particular. El peronismo es un movimiento estratégico en el cual la cuestión de la nación aparece como algo permanente. La idea de garantizar la supervivencia de un “nosotros” atraviesa constantemente al movimiento peronista. Más que adherir a la interpretación simplista que considera que el peronismo militarizó la política argentina, destacar su dimensión estratégica supone la necesidad de incorporar al discurso sobre el poder el discurso de la guerra sin, por ello, reducirlo a este ámbito.
 
-¿Y cuánto influye el impacto de la Guerra Fría en nuestro país en esa época?
-La cuestión de la guerra es otro tema central. Es la idea de pensar la guerra exterior pero también la interior. Fundamentalmente, está la construcción del peronismo como movimiento cuestionador del status quo, pero también tiene que ver con algo que lo trasciende, la reducción de la política a un modelo binario. Vieja cuestión de la filosofía política, es imposible ser neutral en el conflicto político. Frente a un conflicto que desgarra la sociedad está la obligación de tomar parte, esto en esencial para el peronismo. Durante la Guerra Fría aparece claramente, porque obliga a redefinir al peronismo respecto al fenómeno nacionalista en general y a los nacionalistas con respecto a los peronismos.
 
-¿Quiénes son los destinatarios de esta obra?
-Este libro antes que nada está dirigido a todo lector curioso. Es un debate de actualidad, porque trata la historia política contemporánea. También tiene en mente a un público especialista en cuestiones de violencia o en relaciones internacionales. La idea de pensar lo estratégico desde el punto de vista de los nacionalismos es un tema que no ha sido abordado de forma específica, ha estado relegado. Este trabajo permite articular diferentes temáticas para construir un objeto de estudio en el cual la centralidad está dada en cómo los diversos grupos piensan en función de garantizar su supervivencia. Pretende ser un instrumento útil para explorar el espectro de las variaciones del pensamiento estratégico y la relación de la política con la guerra.