Santa Fe, Jueves 21 de noviembre de 2024
15-10-2015
Cumbre Internacional, por la defensa de los Pueblos de Europa y América Latina
Version imprimible
Esta convocada por el Parti de Gauche de Francia, a partir de una iniciativa conjunta de su máximo referente, el Eurodiputado y ex Candidato Presidencial Jean Luc Melenchon, el ex ministro de Hacienda Alemán y cofundador del Partido Die Linke, Oskar Lafontaine, el Diputado y ex Viceministro de Economía de Italia Stefano Fassina, y los dirigentes griegos, Zoe Konstantopoulou, ex presidenta del Parlamento y Yanis Varufakis, ex Ministro Griego de Finanzas
La cumbre se propone la construcción de una nueva unidad conceptual y política de los sectores europeos que se oponen al ajuste eterno de la austeridad, en el marco de un intercambio internacional de experiencias con las propuestas políticas latinoamericanas que han alumbrado los Gobiernos Populares que la región ostenta en la actualidad. La cumbre se llevara a cabo en Francia los días 15 y 16 de Noviembre de 2015, y habrá representantes tanto de Europa como de América Latina.
El texto de base de la convocatoria se reproduce aquí debajo
POR UNA CUMBRE INTERNACIONAL DEL PLAN B
El 13 de julio de 2015, la Unión Europea derrumbó al gobierno griego elegido democráticamente de Alexis Tsipras. "El acuerdo" del 13 de julio es en realidad un golpe de estado. Fue obtenido gracias al cierre de los bancos griegos por el Banco Central Europeo (BCE) y gracias a la amenaza de no autorizarlos a abrir de nuevo mientras el gobierno griego no aceptara una nueva versión de un programa que había fracasado. ¿Por qué? Porque la Europa Oficial no podía soportar la idea de que un pueblo que padecía su programa de austeridad autodestructiva, hubiera osado a decir "¡No!".
En adelante, con mucha más austeridad, muchas más privatizaciones rebajadas de activos públicos, una política económica más irracional que nunca, y la misantropía como política social, el nuevo memorándum sólo sirve para agravar la Gran Depresión griega y el saqueo de Grecia por parte de intereses particulares, griegos o no.
Saquemos algunas lecciones de este golpe de Estado financiero. Este euro se ha convertido en un instrumento de la dominación económica y política de la oligarquía europea, escondida detrás del gobierno alemán y que se alegra de ver a la señora Merkel hacer todo el "trabajo sucio" que los otros gobiernos son incapaces de hacer. Esta Europa no produce sino violencias en las naciones y entre ellas: paro masivo, dumping social feroz, insultos atribuidos a los dirigentes políticos contra la Europa del Sur y repetidos por todas las "élites", incluidas las de esos países. La Unión Europea alimenta la subida de la extrema derecha y se ha convertido en un medio de anular el control democrático sobre la producción y la distribución de la riqueza en toda Europa.
Afirmar que el euro y la Unión Europea sirven a los europeos y les protegen contra la crisis es una mentira peligrosa. Es una ilusión creer que los intereses de Europa pueden ser protegidos en el marco de la cárcel de reglas de la eurozona y los tratados actuales. El método Hollande-Renzi del "buen alumno", en realidad es el del prisionero modelo, es una forma de capitulación que no obtendrá ni siquiera clemencia. El presidente de la Comisión europea, Jean-Claude Juncker, lo dijo claramente: "No puede haber decisiones democráticas contra los tratados europeos. Estos están mas allá de ese alcance". Es la adaptación neoliberal de la "soberanía limitada" inventada por el dirigente soviético Brézhnev en 1968. En aquella época, los soviéticos aplastaban la Primavera de Praga con sus tanques. Este verano, la Unión Europea ha aplastado la Primavera de Atenas con sus bancos.
Estamos decididos a romper con esta Europa. Es la condición esencial para reconstruir las cooperaciones entre nuestros pueblos y nuestros países. ¿Cómo llevar una política de reparto de la riqueza y de creación de empleos, sobre todo para los jóvenes, de transición ecológica y de refundación democrática en esta Unión Europea? Debemos escapar a la inanidad y a la inhumanidad de los tratados europeos y refundarlos con el fin de quitarse la camisa de fuerza del neoliberalismo, abolir el pacto fiscal y rehusar el tratado de libre comercio con EE UU (TTIP).
El período es extraordinario. Nos enfrentamos a una emergencia. Los Estados miembros deben tener el espacio político que permita a sus democracias respirar e instaurar políticas adaptadas al nivel nacional, sin temer la reacción del autoritario Eurogrupo dominado por los intereses del más poderoso de los Estados miembros y del mundo del comercio, ni temer a un BCE utilizado como apisonadora que amenaza con aplastar a todo "país que no coopera con ella" como fue el caso de Chipre o Grecia.
Así es nuestro plan A: trabajar en cada uno de nuestros países, y junto en todo Europa, para volver a negociar completamente los tratados europeos. Nos comprometemos a colaborar con la lucha de los europeos de todos los países, en una campaña dedesobediencia a las prácticas arbitrarias y a las reglas irracionales hasta que esta negociación se lleve a cabo.
Nuestra primera tarea será terminar con la irresponsabilidad del Eurogrupo. La segunda tarea será terminar con el carácter pretendidamente "independiente" y "apolítico" del Banco Central mientras que en realidad está muy politizado (de la manera más tóxica) y es totalmente dependiente de los banqueros en quiebra y de sus agentes y empleados políticos, y está listo a acabar con toda democracia con solo apretar un botón.
La mayoría de los gobiernos que representan la oligarquía europea y se esconden detrás de Berlín y Fráncfort tienen también un plan A: no ceder a las demandas de democracia de los ciudadanos europeos y utilizar la brutalidad para poner fin a su resistencia. Lo hemos visto en Grecia este mes de julio. ¿Por qué han podido estrangular al Gobierno elegido democráticamente de Grecia? Porque tenían también un plan B: expulsar a Grecia de la zona euro en las peores condiciones posibles destruyendo su sistema bancario y rematando su economía.
Frente a este chantaje, necesitamos nuestro propio plan B para combatir el plan B de las fuerzas más reaccionarias y antidemocráticas de Europa. Para reforzar nuestra posición frente a su compromiso brutal con políticas que sacrifican los intereses de la mayoría, en beneficio de los intereses de una ínfima minoría. Pero también para afirmar de nuevo el simple principio de que Europa no es otra cosa que los europeos y de que las monedas no son ni pueden ser instrumentos de tortura o armas para matar la democracia. Si el euro no puede ser democratizado, si persisten en utilizarlo para estrangular a los pueblos, nos levantaremos, les miraremos y les diremos: "¡Inténtenlo al menos! Sus amenazas no nos dan miedo. Encontraremos un medio de dar a los europeos un sistema monetario que funcione con ellos, y no a sus expensas como el euro".
Nuestro plan A para una Europa democrática, reforzado por un plan B que muestra que los poderes fácticos no pueden aterrorizarnos y someternos, debe ser sostenido por la mayoría de los europeos. Esto requiere un alto nivel de preparación. Los elementos técnicos serán enriquecidos gracias al debate. Un gran número de ideas están ya sobre la mesa: la introducción de sistemas paralelos de pago, monedas paralelas, la digitalización de las transacciones en euros para solucionar la falta de liquidez, sistemas de intercambio complementarios alrededor de una comunidad, la salida del euro y la transformación del euro en una moneda común.
Ninguna nación europea puede avanzar hacia su liberación desde el aislamiento. Nuestra visión es internacional. En previsión de lo que puede ocurrir en España, en Irlanda, en Grecia, y en Francia en 2017.
Hay que trabajar concretamente todos juntos para crear un plan B que tenga en cuenta las características de cada país.
Proponemos, por tanto, la organización de una cumbre internacional para un plan B en Europa, abierta a los ciudadanos voluntarios, a las organizaciones y a los intelectuales.¡Únanse a nosotros!
Firmantes:
Jean-Luc Mélenchon, diputado europeo, cofundador del Parti de Gauche (Francia).
Stefano Fassina, diputado, ex viceministro de Economía y Hacienda (Italia).
Zoe Konstantopoulou, ex presidenta del Parlamento Heleno (Grecia).
Oskar Lafontaine, ex ministro de Hacienda, cofundador de Die Linke (Alemania).
Yanis Varufakis, ex ministro de Hacienda (Grecia).