Santa Fe, Jueves 21 de noviembre de 2024

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07-12-2016

Macri y un Nuevo Parlamentarismo Argentino

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La sanción en el Senado de la Ley de Emergencia Social, y la Sanción en Diputados de un nuevo régimen de tributación del Impuesto a las Ganancias. Estos debates sucedidos en los últimos días, hacen ver con claridad, que es el Congreso, el que apoya o censura las iniciativas del Gobierno Nacional, y es el lugar donde se fijan varias de las políticas públicas

La pésima gestión política del Gobierno de Mauricio Macri, con incapacidad de articular un escenario político y territorial diverso y complejo, ha llevado a esta novedosa situación política muy notable en Argentina, y con pocos antecedentes. Como en muchos paises europeos, hoy nuestro Congreso Nacional, es el escenario principal de la discusión política y de la búsqueda de consensos mayoritarios sobre políticas públicas, en temas de enorme interés general.
 
Ya en la crisi de 2001, cuando el debilitamiento del Gobierno de Fernando de la Rúa llevó al país al umbral del estallido social, fue un “sistema parlamentario de hecho” el que sostuvo con dificultades, pero de modo airoso, la institucionalidad que permitió ordenar la transición política, hasta las elecciones de 2003.
 
En este 2016 que termina, se puede ver que las mayorías parlamentarias han fluctuado en apoyo o descontento con el gobierno nacional y sus iniciativas, a partir de reflejar en sus comisiones y plenarias, posiciones políticas surgidas del debate público, y de la tradicional y manifiesta movilización popular, que desde siempre, ha sido una tradición política de nuestros país.
 
En 2003 Néstor Kirchner, reciente presidente por entonces señalaba “…de las veintidós democracias estables existentes en el mundo, tomando como parámetro aquellas que han durado cincuenta años o más ininterrumpidamente, veinte son parlamentarias, y este dato algo nos tiene que decir. A primera vista parecería que el parlamentarismo presenta una mejor opción que el presidencialismo…”

En este año que termina, el Congreso ha funcionado como apoyo y control de políticas del Gobierno Nacional, pero también como espacio de busqueda de alternativas propositivas, como en la noche de ayer en Diputados, lo que ha dotado de estabilidad y salida institucional, a nuestra democracia.
 
Si subsistieran las mayorías automáticas ofcilialistas, hoy tendríamos una crisis institucional, a partir de la obstinación del Gobierno Nacional, en llevar adelante en muchos casos, políticas minoritarias e impopulares.
 
Tal vez sea el momento, de poner en debate una nueva Reforma Constitucional, que ordene en los textos, esta realidad de hecho, la de un “parlamentarismo ad hoc”, que hoy pareciera a priori más rico y potente, para organizar la institucionalidad democrática de una sociedad, como la argentina de 2016, mas fragmentada y múltiple que otrora, tanto en lo social, como en lo político y lo territorial.